Irene Carretero

por Noemí Álvarez



Irene Carretero. 21 años. Voluntaria en Amnistía Internacional

¿A qué te dedicas?
Pues ahora mismo realmente a nada. Estoy como voluntaria en Amnistía Internacional y soy la responsable del área de refugio e inmigración. También empecé a hacer un poco de investigación independiente en la universidad pero se paró el proyecto porque no hay gobierno y entonces no se aprobó esa partida de investigación y me he tomado un año sabático, entre comillas, porque opté a un máster (de Gobernanza) que podía aplazar hasta el año que viene, y lo hice para ver si conseguía financiación, porque era una universidad privada. Soy de Málaga y aunque he estado casi 4 años fuera decidí volver para encontrar financiación y reflexionar sobre lo que quería.

¿Qué estudiaste?
Ciencias Políticas en París, en un programa Europa – África con especialización en Derecho.

Con 21 años tienes muy buen currículum...
(Risas) La verdad es que he tenido suerte.

¿Suerte o esfuerzo?
Yo creo que ambas, pero siempre hay un factor de suerte. Porque uno se puede esforzar muchísimo pero si después las condiciones no responden pues no se da la situación.

¿Cómo has llegado a ser responsable del área de refugio e inmigración y en qué consiste ese departamento?
Pues lleva todos los temas de personas en movimiento, migrantes, personas desplazas internas, personas refugiadas, solicitantes de asilo dentro de la organización Amnistía Internacional. Coordinamos campañas, ayudamos a investigación, hacemos recogidas de firmas... Empecé ahí porque hace seis años entré en Amnistía Internacional, empecé en el grupo local de Málaga y después de marcharme para hacer mis estudios en el extranjero dejé el grupo local pero seguí desde allí el trabajo en distintas secciones. Al volver a Málaga me pasé por el grupo a saludar y dijeron que querían un responsable del área de refugio e inmigración y por tu formación y tus conocimientos queremos que seas tú.

¿Te pagan por esa responsabilidad?
No, es un trabajo voluntario. Nadie del grupo local recibe ninguna remuneración, a pesar de hacer un trabajo que muchas veces es más intenso que una jornada laboral porque son fines de semana y noches.

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Creo que lo mejor de mi es la curiosidad, el estar siempre abierta a ponerme en situaciones nuevas y me resulta fácil salir de mi zona de confort. Siempre me acompañan las ganas y me considero una persona entusiasta.

¿Cuándo dinero manejas a la semana?
Eso es difícil... Yo diría que unos 20 euros semanales.

¿Te lo dan tus padres o tienes algunos ahorros?
Pues parte es de lo que he ahorrado trabajando en Nueva York y luego lo que me ayudan mis padres, porque no tengo ningún otro tipo de ingreso.

¿De qué estabas trabajando en Nueva York?
Estaba de investigadora y administradora de un instituto de investigación que se llama Instituto para el Conocimiento Público que dependía de la Universidad de Nueva York.

¿Cuántos idiomas hablas?
Cinco. Español y francés bilingüe (ambos como lengua materna), inglés, alemán y portugués.

¿Cuántas veces sales a la semana?
Pues la verdad que no tantas, intento salir sobre todo los fines de semana. Me gustan mucho las actividades culturales y siempre que puedo intento ir al museo y lo combino con actividades gratuitas porque tengo esa limitación de dinero, y aparte porque en mi filosofía no entra el gastar, sino el dinero emplearlo en una causa que piense que sea justa.

¿Cuánto te gastas cada vez que sales?
Lo menos que pueda, si puede ser nada, nada. Porque además me encantan las actividades que no cuestan como sentarme en un parque a leer, dar un paseo o ir al museo. Me saco todas las tarjetas que puedo para que no me cuesten las entradas.

Lo más caro que llevas encima es...
No lo sé, tal vez esta pulsera pero fue un regalo de una amiga de Benin. Suelo llevar un colgante que me regaló otra amiga de Benin, que es África en oro, suele ser lo más caro que llevo encima y también lo más valioso por el significado emocional que tiene para mí. Me gusta que la rompa que compro tenga una ética detrás y ahora estoy en decrecimiento, considero que tengo más ropa de la que necesito así que a pesar de que me encante la moda y arreglarme, he decidido reutilizar la ropa que tengo. Estuve revisando el armario de mi madre y de mi abuela de las ropas que llevaban cuando eran jóvenes, y como la moda vuelve me ha resultado muy práctico. Así el dinero lo invierto en cosas que me llenen más como un viaje o una donación a una organización.

¿Qué relación tienes con los bancos?
No uso tarjeta de crédito ni tengo cuenta en un banco. La he tenido por motivos de trabajo y que cuando estuve estudiando en Francia me obligaban a tener una cuenta francesa por la beca. Ahora no tengo ganas de estar en un banco porque quiero que sea un banco ético y es un trámite que si me puedo ahorrar, me lo ahorro porque es tiempo y gestiones. Sé que voy a tener que pasar por ahí, pero buscaré el que me dé más ventajas sin quitárselas a otros.

Dime algo que no te guste de la generación de tus padres.
Quizá la dificultad que tienen para entender que vivimos en un mundo cambiante y en el que no hay seguridad, todo está en el aire. No sabes dónde vas a estar mañana ni qué es lo que vas a estudiar ni que si vas a hacer algo no tiene porqué tener un resultado garantizado.

¿Y una que sí que admiras de esa generación?
Creo que tal vez ese gusto y aprecio por las cosas bien hechas. No son de esa generación de la inmediatez y aprecian más las cosas que llevan más tiempo. Son personas más pacientes. Y eso de no dejarse absorber por la nuevas tecnologías.

¿Crees que sirve de algo estudiar?
Sí, totalmente. Aunque no sirva para tener una buena calidad de vida o un puesto, creo que sirve para el propio recorrido de la persona.

¿Te atreves a mostrarnos tu último comentario en una red social?
No uso redes sociales.

¿No sería útil para tus proyectos e ideas en Amnistía Internacional?
Mucha gente me lo plantea pero los grupos locales de Amnistía Internacional tienen sus redes sociales Si tengo algo que compartir se lo comunico a mis compañeras del área de medios y comunicación y no tengo que usar una cuenta personal. Además lo veo mucho más adecuado porque está representando a una organización y no me gusta que se mezcle con tus propios ideales.

¿Votaste el 20D?
Voté

¿A quién?
A Izquierda Unida, aunque no soy votante del partido generalmente y, de hecho, no voy a repetir el voto. Cada vez estoy más cansada del Estado de partidos. No tengo claro lo que voy a hacer (Con su voto el 26-J), no sé ni siquiera si voy a votar.

¿En Francia también puedes votar?
Sí, porque tengo la doble nacionalidad.

¿Legalizarías las drogas?
Considero que hay muchas drogas que ya están legalizadas, empezando por el azúcar. Depende bajo qué circunstancias, qué drogas, qué entendemos por drogas...

¿Qué es lo que más te preocupa a día de hoy?
Creo que la falta de empatía, lo tenemos más fácil para vivir desconectados de lo que ocurre.

Pese a tener redes sociales, a tener acceso a cualquier información en el mundo y en cualquier momento, ¿nos desconectamos de lo que ocurre?
Yo creo que influye, que esa seudoconectividad te hace sentir que estás ahí, pero que en realidad no estás, es un medio para decir 'estoy haciendo lo correcto, estoy conectando con la gente.' Pero en realidad no estás en comunión con lo que estás haciendo.

¿Qué es lo que más te motiva?
El contacto con las personas, aunque sea una persona con la que puedo estar en total discrepancia, pero es ese asombro de que somos todos tan distintos, tanta infinidad de posibilidades. Las personas son muy importantes para mí y creo que no es casualidad que esté en una organización que dice: 'Trabajar por personas, con personas, para personas.'

¿Crees que a día de hoy existe igualdad entre hombres y mujeres aquí, en España?
No.

¿Y en Francia?
Tampoco.

¿Hay mucha diferencia entre Francia y España en lo que se refiere a la igualdad entre los sexos?
Hay diferencia, pero tampoco diría que hay mucha. Si vamos ámbito por ámbito igual esas diferencias sí serian más marcadas, pero de forma generalizada diría que no.

¿Has vivido alguna experiencia que te haya demostrado esa desigualdad, que te hayan infravalorado por ser mujer?
Sí, sí, totalmente. He tenido esas situaciones en las que me han hecho sentir consciente del hecho de que era mujer y que eso jugaba en mi contra.

¿Tienes pensado cuándo vas a independizarte?
A ver, el problema es ese, me fui a Francia, estaba independizada, voy a Nueva York, estaba independizada, pero nunca sabes cuánto va a durar esa independencia. No sabes cuando será el momento de no retorno en el que me voy de casa de mis padres y ya no vuelvo.

Si te imaginas a ti mismo dentro de 10 años, ¿cómo te verías?
La verdad que no lo sé. Es una pregunta que se hace muchísimo en entrevistas o cuando vas a solicitar una beca y cada vez me cuesta más contestarla porque me doy cuenta de la importancia de estar en el presente y abierta a lo que va a aconteciendo en tu vida. Cuando vas con el plan trazado te dejas muchas cosas en el camino que son significativas y te cierras a esa oportunidad de que tu vida dé un giro de 360 grados. Entonces, quizá, me imagino trabajando con personas, como profesional o voluntaria, pero la sensación de equipo y comunidad es importante para mí; y haciendo algo para intentar que el sufrimiento a nivel global sea cada vez más pequeñito.